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CÁNCER Y ACUPUNTURA

La acupuntura puede ayudar en el tratamiento del cáncer de mama y otros tipos de cáncer en general

Ser diagnosticado con cáncer de mama puede traer mucho estrés, que se puede tratar con medicina tradicional china.

Los pacientes diagnosticados con cáncer de mama a menudo sufren estrés generado por los procedimientos diagnósticos. Se enfrentan a las decisiones sobre las opciones de tratamiento y el impacto que la enfermedad tendrá en sus vidas profesionales y personales.

El estrés puede generar varios cambios biológicos, que causan disfunción física y emocional.

La cirugía, quimioterapia, y radioterapia, que son intervenciones estándar para estos pacientes, se enfocan en lucha contra el cáncer, pero comprometen al cuerpo de manera sistemática.

Las complicaciones que se manifiestan como efectos secundarios del tratamiento incluyen:

  • Dolor: resultado de neuropatía, tejidos dañados, o cicatrices.
  • Problemas digestivos: nausea, vómito, anorexia, diarrea o estreñimiento.
  • Disfunciones endocrinas: pérdida de cabello, sofocos, extremidades frías y disminución de la libido.
  • Trastornos mentales y cognitivos: ansiedad, depresión, insomnio, mala memoria, desconcentración, lentitud en el proceso de pensamiento.
  • Disfunción hematológica: reducción de los glóbulos en la sangre, reducción de linfocitos. (leucopenia, trombopenia etc).
  • Sistema esqueleto-muscular: dolor en los músculos, dolor en articulaciones.
    Sistema nervioso: neuropatía, disfunción inmunológica, y síntomas como sequedad en la boca.

Con la acupuntura y otras terapias eliminamos el dolor, combatimos los efectos secundarios de la quimio y/o radioterapia, como las náuseas, astenia, trombopenia, leucopenia, cándidas, anorexia, ansiedad, insomnio mejorando el sistema inmune y la persona en poco tiempo se encuentra más relajada, más vital y con mejor estado general.

Medicina tradicional china

La acupuntura, los remedios herbales chinos y otras herramientas de tratamiento de la medicina tradicional china son efectivos solamente si el paciente tiene anormalidades con el qi y son evaluados utilizando todas las teorías de la Medicina Tradicional: el yin y yang, el “wu xing” (también llamado los cinco elementos), el qi, la sangre, la esencia, los fluidos, los meridianos, los órganos, el hombre y la naturaleza.

El plan de tratamiento debe incluir un cambio de dieta, modificaciones del estilo de vida y ejercicios para fortalecer el qi, junto con tratamientos de acupuntura y herbales diarios, formulados de manera individual, que cambiarán a medida que el qi del paciente cambie.

En el occidente, la gente en general no recibe la cantidad de medicina tradicional china requerida para que sea efectiva. La gente rara vez combina tratamientos convencionales con remedios herbales chinos, debido a la preocupación de los oncólogos de la posible interacción negativa con la quimioterapia.

La medicina tradicional china, para las personas que sufren de cáncer de mama, puede ser usada con múltiples propósitos:

>En primer lugar para fortalecer las funciones físicas y mentales del cuerpo durante las terapias convencionales (quimio y/o radioterapia).

>El segundo propósito es el de reducir los efectos secundarios de los tratamientos convencionales (quimio y/o radioterapia).

>En tercero está el de mantener la salud y prevenir recurrencia del cáncer y otras enfermedades en el futuro.

Acupuntura

La acupuntura es un procedimiento usado para recuperar el balance del qi (y estimular en gran medida el sistema inmunológico). Consiste en el uso de agujas estériles que se insertan en puntos específicos en la superficie del cuerpo. Existen unos 360 puntos conectados con 12 meridianos y 8 extra-meridianos.

Antes de insertar las agujas, se debe realizar un diagnóstico al paciente en base al método de la medicina tradicional china. Personalmente hago un diagnóstico en medicina tradicional china unificado con los diagnósticos oncológicos aprendidos en la facultad de medicina.

El acupuntor debe conocer los asuntos estructurales y biomédicos antes de elegir una combinación de puntos. Por ejemplo si hay mucho calor en el sistema, el acupuntor podría elegir un punto que estuviera conectado a la energía fría para aumentar este efecto, o un punto conectado a la energía del calor para disminuirlo.

Además de elegir estratégicamente una combinación de puntos, el acupunturista también debe determinar cómo insertar y manipular las agujas. Este es un detalle crucial para lograr la intervención deseada.

Digamos que el médico quiere mejorar la circulación del qi en uno de los meridianos. El paciente debe inhalar cuando se inserta la aguja. La aguja debe ser insertada en este caso en la dirección del flujo del qi, rotar la aguja en la dirección del reloj, y dejarla a un nivel profundo.

Un tratamiento con acupuntura suele durar unos 30 minutos. Un par de manipulaciones manuales pueden ser llevadas a cabo durante la sesión. Los pacientes pueden experimentar sensaciones de presión, dolor sordo, hormigueo y entumecimiento que a veces pueden ocurrir cuando la aguja entra en contacto con el qi. Por lo general durante toda la sesión se tiene una sensación agradable y muy relajante.

Después de un tratamiento, el paciente puede sentir profunda relajación, o sentirse liviano, lleno de energía o cansado. El dolor puede ser reducido de inmediato, pero a veces aumenta ligeramente antes de disminuir.

ALIMENTOS Y HÁBITOS PARA PREVENIR EL CÁNCER

Aspectos que debemos tener en cuenta para adoptar un estilo de vida que nos proteja de contraer el cáncer:

  • Protegernos de los desequilibrios medioambientales.
  • Reducir en nuestra alimentación el consumo de sustancias potencialmente cancerígenas y aumentar el consumo de alimentos protectores.
  • Control de los mecanismos psicológicos que participan en la promoción del cáncer, control del estrés.
  • Activar nuestro sistema inmunitario con la nutrición, ejercicio físico regular, emociones positivas y fomentando nuestras relaciones sociales.
  • Control del aumento del peso corporal, especialmente en mujeres posmenopáusicas.

En las últimas décadas existen factores relacionados con la alimentación como la incorporación a nuestra dieta de grandes cantidades de azúcares y harinas refinadas, aceites vegetales como girasol y maíz, grasas hidrogenadas como las margarinas. Cuando consumimos hidratos de carbono de alta carga glucémica (harinas y cereales refinados), se produce un aumento de glucosa en sangre, el organismo libera insulina pudiendo llevar a un hiperinsulinismo. La insulina se encarga de introducir esa glucosa en las células para ser metabolizada, pero además es estimulante del crecimiento celular y potencia los factores de inflamación estimulando el crecimiento de tumores malignos.

Otro factor importante en nuestra alimentación es el cambio producido en el engorde de animales. Cuando el animal se ha criado en establos sin pasto, produce grasa rica en omega 6 y pobres en omega 3, sus quesos carecen de CLA, con lo cual consumimos omega 6, también las margarinas tienen omega 6, que es una grasa promotora de inflamación. Mención especial tienen los pesticidas utilizados en la producción agrícola y la fabricación de cosméticos.

Las frutas menos contaminadas son: la naranja, pomelos, sandía, melón, ciruela, kiwi y arándanos. Las verduras son: el brócoli, la coliflor, la col, el tomate, la cebolla, la berenjena y el espárrago. Evitar desodorantes que contengan parabenos y ftalanos. Evitar calentar en el microondas recipientes de plástico, usar vidrio o loza. No cocinar en sartenes de teflón que estén ralladas por uso prolongado, usar utensilios con teflón liso o acero inoxidable. Para los/las interesadas en existe una página interesante de visitar http://www.panna.org que ofrece alternativas.

Alimentos y nutrientes para combatir el cáncer

El Instituto Americano de Investigación del Cáncer estima que con alimentación adecuada (5 raciones de fruta y verdura al día,- raciones, no platos-) podríamos reducir un 20% la incidencia de cáncer. Son alimentos que contiene nutrientes con reconocida actividad anticáncer demostrada científicamente.

El té verde, por sus compuestos fenólicos (las catequinas), especies como romero, perejil, tomillo, etc. y cúrcuma en particular. El licopeno, un potente antioxidante perteneciente a los carotenoides, se encuentra básicamente en el tomate, especialmente en la salsa de tomate cocinada con aceite de oliva virgen extra. Las verduras de la familia de las crucíferas como la coliflor, el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo, los rabanitos.

Los frutos rojos como la fresa, frambuesa, arándanos, moras, por su gran variedad de polifenoles. Los cítricos como la naranja, mandarina, pomelo y limón. La seta japonesa como maitake, shitake, en Japón se asocia un compuesto derivado de ellas para el tratamiento de cáncer de estómago junto a la quimioterapia, así como una gran variedad de algas comestibles como wakame, nori que se pueden incorporar a los guisos.

Omega 3 procedente del pescado: reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas, entre ellas, el cáncer. Por el contrario dietas ricas en omega 6 (aceites vegetales como el de girasol y maíz o animales alimentados con estos productos) tienen más predisposición a las enfermedades inflamatorias como arteriosclerosis, alzhéimer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, cáncer, etc. Fuente http://www.saluspot.com

Ejercicio y cáncer

El 13,8% de los casos de cáncer de mama podrían evitarse si las mujeres dejaran de ser inactivas, según han explicado expertos del GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama en el curso de verano de la URJC ‘Ejercicio Físico Oncológico’. Estos datos han sido publicados en el primer estudio epidemiológico que determina qué impacto tiene el ejercicio físico en el riesgo de padecer la enfermedad, realizado por este organismo.

Además, se ha subrayado que las mujeres españolas con una vida sedentaria tienen un 71% más de riesgo de desarrollar cáncer de mama que aquellas otras que cumplen las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre ejercicio físico. Otros factores que ayudan a reducir el riesgo de desarrollar el cáncer están relacionados con un estilo de vida saludable y los beneficios de la dieta mediterránea.

Ejercicio físico oncológico

Se trata de un plan de ejercicios individualizado, pautado y controlado por un profesional para ayudar a reducir o prevenir “diferentes efectos secundarios que afectan a su calidad de vida”, ha explicado la doctora Eva Carrasco, directora científica de GEICAM.

Sin embargo, sus beneficios también se observan en todo el organismo: “Disminuye la fatiga, fortalece el sistema inmunitario, ayuda a recuperar un peso saludable y, en general, mejora la calidad de vida de las pacientes; asimismo, hay estudios que indican que aumenta la supervivencia”, ha indicado Carrasco. Con este motivo, la institución ha puesto en marcha el ‘Proyecto de Ejercicio Físico Oncológico’ con el fin de divulgar la importancia de mantenerse activo a pacientes, instituciones y población general.

El doctor Carlos Jara Sánchez, profesor titular de Medicina de la Universidad Rey Juan Carlos y jefe de la Unidad de Oncología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, ha recomendado a las pacientes realizar ejercicios moderados-vigorosos como “correr, andar rápido, actividades similares de gimnasio, sin descartar la utilidad de ejercicios de musculación periódicos”.

Todos estos hallazgos ponen de manifiesto la necesidad del preparador físico que esté formado en este tipo de enfermedad. “Es necesario aumentar la formación académica de los preparadores físicos que deben conocer los fundamentos del cáncer” para que puedan “aplicar programas individualizados”, ha expresado Fernando del Villar, coordinador del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Rey Juan Carlos.

Inmunoestimulación y Prevención del Cáncer

Diversos estudios demuestran el riesgo que supone la exposición laboral a determinados productos químicos cancerígenos habitualmente empleados. El presente estudio se planteó con objeto de evaluar las alteraciones inmunes producto de la exposición a sustancias tóxicas, así como el posible efecto protector que el MGN-3 ejerce frente a tal toxicidad.

El MGN-3, un modificador de la respuesta biológica (MRB), es un complemento nutricional empleado en inmunoterapia que consiste en un polisacárido denominado arabinoxilano, que contiene un extracto de hemicelulosa B del salvado de arroz, modificado por enzimas del hongo Shiitake.
Participaron en el estudio once individuos que habían estado expuestos a productos químicos en su lugar de trabajo. Presentaban todos disfunción inmune, como indicaban los niveles menores, con respecto al grupo de control, de actividad de las células NK (células asesinas naturales) (10,2 ± 4,2 UL) y de respuestas blastogénicas linfocitarias a mitógenos de células T (PHA 39060 ± 12517 cpm, y ConA 36224 ± 11922 cpm) y de células B (PWM, 16550 ± 11922 cpm). Se administró a los pacientes 15 mg/kg/día de MGN-3 durante cuatro meses.

El tratamiento con MGN-3 cuadriplicó la actividad de las células NK al cabo de dos meses de su inicio, y la septuplicó al cabo de cuatro meses. La funcionalidad de las células B y T aumentó entre un 130 y un 150% respecto de la observada en el momento de iniciarse el tratamiento.

Además, se examinó la actividad inmunomoduladora de las células NK por parte del MGN-3 en 90 pacientes con distintos tipos de cáncer: de próstata (22), de mama (20), mieloma múltiple (16), de ovario (5) y de otros órganos (27). Previamente a su participación en el estudio, se habían sometido a los tratamientos antineoplásicos habituales: cirugía, quimioterapia, radioterapia o terapia hormonal.

A intervalos mensuales, se determinó la actividad de las células NK mediante una línea celular eritroleucémica (K562). Se administró a los pacientes 45 mg/kg/día de MGN-3 durante 2 a 5 años.

En los ensayos clínicos realizados con MGN-3, se observó en el 95,5% de los pacientes (86/90) un aumento de la actividad NK (entre 2 y 10 veces mayor a la del inicio del tratamiento), al cabo de 1 a 2 semanas después de finalizarlo. Esta actividad se mantuvo en valores elevados durante 5 años.
Es conveniente estudiar el efecto del estrés durante la inmunomodulación de las células NK humanas con MGN-3, ya que es bien sabido que el estrés es un potente inmunodepresor. Durante el transcurso del tratamiento con MGN-3, el 11,6% de los pacientes que respondieron (10/86) estuvieron sometidos a distintos tipos de agentes estresantes: falta de sueño, duelo por pérdida del cónyuge o de un familiar cercano, exceso de trabajo o problemas económicos. En estos pacientes, la actividad de las células NK se vio disminuida en un 40-75% en comparación con el nivel anterior. Tras eliminar ciertos agentes estresantes, la actividad de las células NK recuperó el valor inicial.

1) El MGN-3 es un nuevo MRB que permite plantear otra vía para tratar de cáncer, pues aumenta la respuesta antitumoral del paciente mediante la estimulación de la actividad de las células NK.

2) El MGN-3 permite recuperar la actividad NK que puede verse reducida por la exposición a productos químicos.

3) Nuestros resultados preliminares indican que el estrés puede inducir una inmunodepresión durante el tratamiento con MGN-3. Debe realizarse un seguimiento mensual de la actividad NK para detectar este efecto, y corregirse si es que se produce; de otro modo, es bien seguro que acarreará consecuencias clínicas.

ESTUDIOS SOBRE ACUPUNTURA Y CÁNCER

Según la investigación de la Universtity of Texas, las personas que fueron tratadas con terapia de radiación por cáncer de cabeza y cuello, redujeron la sensación de boca seca tras recibir un tratamiento de acupuntura.

La boca seca, también conocida como Xerostomía, ocurre cuando no hay suficiente saliva en la boca. «Las implicaciones médicas son profundas en términos de calidad de vida, porque mientras que la boca seca a nivel crónico parece ser benigna, tiene un gran impacto en el dormir, comer y hablar», dijo Lorenzo Cohen, director del MD Anderson’s Integrative Medicine Program.

«Sin saliva, puede haber un crecimiento mayor de microbios, una posible infección en los huesos, y deficiencias nutricionales irreversibles».

Después de seis meses de tratamiento con acupuntura, los pacientes de cáncer investigados mostraron una gran mejoría en la sensación de boca seca. Los científicos analizaron a 86 personas con carcinoma nasofaríngeo que estaban recibiendo radioterapia. Cuarenta de los pacientes recibieron acupuntura tres veces a la semana, de manera adicional al resto de sus terapias.

La educación del paciente integrado con la acupuntura para el alivio de la fatiga relacionada con el cáncer aleatorios estudio de viabilidad controlada.

La acupuntura puede ser usada para mitigar el dolor de los pacientes con cáncer, así como las náuseas y los vómitos provocados por la quimioterapia. Se ha probado que la acupuntura libera componentes químicos del sistema nervioso, ayudando en estos casos.