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Ventosas

Son uno de los métodos terapéuticos de la Medicina Tradicional China. Consiste en aplicar ventosas (o vasos a modo de ventosa) sobre determinados puntos de acupuntura del cuerpo con la finalidad de provocar estímulos cutáneos mediante la producción del vacío.

Las ventosas tradicionales pueden ser de cristal, de bambú, de cerámica o de arcilla. Las ventosas modernas pueden ser de plástico con bomba de aspiración, con pera de goma o magnéticas.

En la forma clásica de aplicación de ventosas se quema un algodón y la combustión del oxígeno crea un vacío de aire dentro de la ventosa que al colocarla sobre la piel hace que se pegue a ella, que la succione. Esta técnica además de ejercer el efecto de la succión es más efectiva porque el calor del fuego ayuda a que los poros de la piel se abran y así los factores patógenos se eliminen.

Normalmente las ventosas se colocan en la espalda y se dejan sobre la piel unos 5 minutos al acabar el tratamiento de acupuntura. También se pueden hacer otras técnicas de quitar y poner rápidamente las ventosas, o ponerla y desplazarla por la gracias a una crema o vaselina lubricante.

Cuanto más tiempo esté la ventosa sobre la piel o cuánto más tiempo se haga deslizar la ventosa, más marca dejará sobre el paciente. Estas marcas – tipo hematoma- provocadas por las ventosas desaparecerán en unos días o una semana máximo, dependiendo de la piel del paciente. En China los pacientes lucen estas marcas sin complejo, ya que cuanto más roja o morada sea la marca de la ventosa, significa que más se ha movilizado la sangre y las toxinas han aflorado a flor de piel. En Occidente los paciente pueden asustarse ante estas marcas. Pero queremos confirmar que las ventosas no representa ningún riesgo para la salud; es simplemente un problema estético. Lo dejamos a la decisión del paciente de hacérselo o no respetando totalmente su decisión.

La aplicación de ventosas provoca:

  • Efecto revulsivo (inflamación externa para quitar un problema interno).
  • Efecto relajante muscular.
  • Efecto analgésico.
  • Hiperemia local.
  • Eliminación de factores patógenos externos, sobretodo frío y humedad.
  • Activación de la circulación de la sangre.
  • Estimulan el metabolismo.
  • Regulan el sistema nervioso.
  • Aumentan las defensas.
  • Mejoran los tendones.

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